HOY Sant Boi > Sant Boi > Menos agua y de peor calidad para los cultivos del Baix Llobregat
Actualizado 31.01.2024
Los agricultores de Sant Boi y del Baix Llobregat en general se enfrentan un futuro incierto debido a las inminentes restricciones de agua. La cosecha de alcachofa, en pleno desarrollo, se ve amenazada por la sequía que obligará a cambiar la fuente de riego. A partir de este jueves 1 de febrero, cuando se declare la emergencia por sequía, el agua provendrá de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Sant Feliu de Llobregat. Este agua no es adecuada para muchos cultivos debido a su alta salinidad.
Agustí García, presidente de la Cooperativa Agrícola del Prat, expresa su preocupación especialmente por los cultivos de verano como melones, sandías y tomates. El aumento en los costes de semillas y materiales agrava la situación, haciendo que la plantación de estos cultivos sea de alto riesgo.
Desde noviembre, cuando se declaró el estado de pre-emergencia en el sistema Ter-Llobregat, los agricultores han utilizado agua regenerada de las EDAR del Prat de Llobregat, Gavà y Viladecans mezclada con agua del río. Sin embargo, con la nueva fase de emergencia, solo recibirán agua de la EDAR de Sant Feliu, cuya menor calidad de filtraje la hace inapropiada para varios cultivos.
Los agricultores, que hasta ahora habían disfrutado de una calidad de agua suficiente para la plantación de invierno, ven cómo esta nueva situación pone en riesgo la viabilidad de muchos cultivos si no llueve pronto. García señala que han sido "privilegiados" hasta ahora, pero la situación está cambiando.
García menciona que muchos agricultores están invirtiendo en adaptar sus parcelas al riego por goteo. Él mismo ha solicitado un crédito para adaptar una finca de 20 hectáreas. Sin embargo, advierte que aquellos que no tengan pozos o recursos económicos para estas inversiones podrían enfrentar el fin de sus actividades agrícolas.
García alerta sobre el impacto ambiental de la crisis. La generalización del riego por goteo podría alterar el equilibrio del delta del Llobregat, tradicionalmente regado por inundación. Esto podría llevar a un aumento de la salinidad y agravar aún más la situación. La crisis climática en Cataluña se percibe como urgente, y la situación en el Baix Llobregat es un claro ejemplo de los desafíos que enfrentan los agricultores en este nuevo escenario.
Vía 20minutos