HOY Sant Boi > Sant Boi > Los payeses del Baix Llobregat, en defensa del sector agrario

Los payeses del Baix Llobregat, en defensa del sector agrario

Los payeses del Baix Llobregat, en defensa del sector agrario

Actualizado 09.02.2024

Con la implementación de nuevas medidas para enfrentar la sequía, los agricultores del Baix Llobregat han expresado su preocupación por recibir "menos agua y de peor calidad", ya que ahora se les suministrará agua de la planta de tratamiento de Sant Feliu, la cual, según indican, "no es adecuada para muchos cultivos". Esta situación crítica se ve agravada por el descontento de algunos agricultores de la región, quienes se han unido a las protestas que se están llevando a cabo a nivel europeo por el sector agrícola.

Durante la temporada de cosecha de alcachofas, los agricultores del Baix Llobregat, especialmente aquellos que se abastecen del Canal de la Derecha del río Llobregat, han comenzado a recibir agua de la planta de tratamiento de Sant Feliu de Llobregat. Debido a su alta salinidad, esta agua no es apta para muchos cultivos.

Esta situación ha generado incertidumbre entre los agricultores sobre la viabilidad de la temporada de verano. "Los precios de las semillas y los materiales han aumentado significativamente, y no puedes arriesgarte a plantar melones, sandías o tomates para luego no poder cosecharlos", señala Agustí Garcia, presidente de la Cooperativa Agrícola del Prat.

Por lo tanto, Sant Boi, el Prat y Sant Vicenç dels Horts ahora reciben agua exclusivamente de la planta de tratamiento de Sant Feliu de Llobregat, lo que complica el futuro de los cultivos de verano como melones, sandías y tomates, ya que estos productos dependen en gran medida del agua. Esto, sumado a otros desafíos como la falta de mano de obra y el aumento en el coste de semillas o maquinaria, podría llevarlos a decidir no plantar, ante el riesgo de no poder realizar la cosecha posteriormente.

Recientemente, algunos agricultores del Baix Llobregat se unieron a las movilizaciones para expresar su malestar por los altos costes del sector y el exceso de burocracia. También protestan por el aumento de los costes de producción, los bajos precios que reciben por sus productos, la falta de control en las importaciones, la nueva política agraria común y, por supuesto, por la grave sequía que están sufriendo.